…Mi relación conmigo, tu relación contigo, nuestro recorrido conjunto, aquí y ahora…
No dejo de preguntarme como debe enfocarse, como debe ser plasmada en palabras, la dicha de amar a otra persona. ¿Qué implicaciones tiene este concepto por sí mismo, desde una perspectiva acorde con la individualidad y la unidad? Que gran reto supone y que pocos recursos efectivos nos han enseñado para superarlo con éxito y aprender de esta maravillosa experiencia, que es el compartir con el ser amado.
Sinceramente creo que nos han pre-diseñado como seres funcionales, útiles y eficaces en nuestro papel de trabajadores/consumidores, con tantos prejuicios, tantas barreras y tantos conceptos predeterminados que el mero hecho de pensar por uno mismo se torna un acto tremendamente complejo. Para poder crear nuevas maneras de comprender las reglas que rigen nuestros hábitos, nuestros comportamientos, que condicionan nuestros procesos de crecimiento personal, tenemos que previamente tirar abajo los muros impuestos por el sueño colectivo, un sueño que se ha ido creando a lo largo de la evolución de nuestra sociedad. Debemos desballestar nuestro sistema de creencias y valores, cortarlo de raíz para poder instaurar una nueva visión, un nuevo paradigma de comprensión de la realidad individual y colectiva en todos los ámbitos que engloba el hecho de estar vivo, el hecho de ser. Debemos hacernos responsables de nuestra vida y eso implica adquirir conocimiento, para aprender a ser libres.
Aquí, en este momento, tratando de romper con esa ensoñación tan arraigada en mi base de datos, que me ha preparado para cumplir con mi rol social de esclava, solo veo un camino de vuelta a casa y es el de abrir la puerta de mi esencia individual para dejar salir todo aquello que me mantiene presa. Presa de un sistema de creencias impuestas, de un sistema que juzga y dictamina sentencias, de un sistema que encarcela mi capacidad de creación, que disuelve mi imaginación y me envenena día a día.
Como ser integro y capaz de transformar mi vida en mi sueño personal, en mi propio cuento de hadas, ya he despedido a los fantasmas del pasado; la visión clara y consciente, sin vestiduras ni cadenas, la visión pura e inocente de la belleza ha cruzado el umbral en el que estaba aguardando ansiosa por brillar y se ha presentado con un abrazo cálido y familiar que no puedo obviar. Se ha manifestado mi verdad y ya no hay forma de prescindir de ella, puesto que es el lugar más seguro en el que jamás me he encontrado. He abierto la puerta de mi verdadero yo y por fin recibo con afecto a la vida y le doy mi bienvenida devolviéndole su abrazo con gratitud.
Con este manifiesto deseo poder expresarme en completa sintonía con mi percepción de la realidad, pues es la que hasta el momento conozco. Erraré y estoy en mi derecho, no me juzgo por ello, así que asumo los riesgos y aprendo de ellos, pero lo que es evidente es que no puedo desvincular este proceso de mi actual visión, que en mi nivel de consciencia engloba a toda la creación, a las leyes universales y que entiende que el verbo amar en su totalidad es amarse a uno mismo en primera instancia, porque eso implica amar al Universo en su máxima expresión, ‘yo soy’. Eso implica amar a Dios porque cada uno de nosotros es Dios en potencia; amar a la vida porque es lo que somos en el fondo e inherentemente, amar al movimiento constante y al libre albedrío, porque son las bases de la existencia que nos ha sido revelada en este momento, que es el aquí y el ahora.
Desde este pequeño gran reflejo de la unidad que soy, en materia y en esencia, en mi concepción personal y femenina, comprendo que:
Soy responsable de mí misma: Me ocupo de mis necesidades físicas, mentales y espirituales; de mis deseos, inquietudes, creaciones y sueños. Me responsabilizo de mi vida. No me uses como vía de escape para dejar de responsabilizarte por la tuya ni trates de traspasarme tus tareas personales. No necesito ser salvada, ni protegida.
Soy responsable de mis expectativas: Yo no te decepciono, te decepcionas tú por suponer que haré lo que tú esperas o deseas que haga.
Soy responsable de mi sufrimiento: Yo no te hago sufrir, sufres tú por no aceptar que soy como soy y que tu compromiso, tu vinculación conmigo, es una elección tuya.
Soy perfecta ahora: Soy perfecta, y también lo eres tú. Aceptémoslo. Soy así ahora; puedo cambiar, pero es mi elección hacerlo, no es una obligación y no lo haré por demandas ajenas, lo haré cuando sea mi momento. Inevitablemente es así.
Soy libre: Quiero que seas libre, que seas quien tú realmente eres. No me condiciones puesto que deseo lo mismo para mí.
Me respeto: Atiendo a los llamamientos de mí ser en cuanto a hábitos de salud espiritual, emocional, mental y corporal y rijo mi vida siguiendo esa serie de prioridades. Trato de fluir con mi propio ritmo tal como me dicta mi fuero interno. Me acerco a lo que me llena de gratitud y me alejo de todo aquello que no le hace bien a mi relación conmigo misma. Respétame. Yo te respeto.
Me valoro: Valoro cada uno de mis actos como una vía de aprendizaje en esta experiencia terrenal. Entiende que mis pensamientos, decisiones, acciones y compromisos me conforman y me hacen ser quien soy.
Me comprometo conmigo y con la vida: Trabajo duro para lograr mis objetivos. Quiero aprender cada día, mejorar y crecer para poder ser la mejor versión de mi misma. Si estas a mi lado es porque también te comprometes en este aspecto. Si no consigues tus objetivos, por favor, no reflejes tus frustraciones en mí.
Soy dueña de mis emociones: Trato de comprender el origen de estas y canalizarlas sin proyectarlas en ti. Espero que gestiones tu mundo emocional para que el mundo que compartamos sea transparente e impoluto y no existan en él las interacciones basadas en el miedo, la necesidad o la codependencia.
Elijo mi camino: Caminemos juntos cuando queramos andar por el mismo camino. Si decido cambiar de rumbo en una intersección o coger un barco, un avión o un cohete, acompáñame si así lo sientes o despídeme alegremente y sonríe en tu caminar puesto que intentar retenerme es obligarme a marcharme.
Si decides caminar a mi lado no pretendas que te arrastre. Cuando la mochila pesa demasiado hay que vaciarla para poder seguir el paso. Yo caminaré ligera o sosegada, caminaré a mi ritmo. Goza de tu paseo si es a mi lado, y cuando ya no disfrutes, sigue tu rumbo con decisión y entereza.
Acompáñame en la aventura si te apetece, pero no me fuerces a seguir tu dirección.
Vivo una relación saludable conmigo misma: Deseo que tú tengas una relación sana contigo para que así también sea nuestra relación en común.
Me gusta volar: No me cortes las alas pues las amo. Cuanto más me las cortas, más ganas tengo de desplegarlas y alzar el vuelo. No pongas condiciones para quererme.
Entrego de vuelta todo lo que soy a la creación, pues solo lo he tomado prestado para aprender: Me mantengo desapegada de mis pensamientos, emociones, relaciones, pues no me pertenecen; las mando de vuelta a su lugar original, a la creación, al Todo, y me mantengo vacía para poder ser un canal en constante resonancia con la vibración de la energía del Universo en movimiento. Recibo, comprendo y libero en infinita espiral. No me aferraré a ti para que podamos fluir de la única manera posible, en libertad.
Me expreso como soy: Déjame ser en todas mis facetas, no coartes mi individualidad ni mi poder de creación, es lo que me hace ser quien soy y por eso me amas.
Amo la vida: Te amo, pero ante todo me amo y amo a la vida como parte de ella que soy. No pretendas suplir tus carencias personales creando una adicción de mi compañía.
Doy sin esperar nada a cambio: No esperes nada de mí. Tus expectativas crean falsos desenlaces que son meras suposiciones tuyas de lo que la realidad debería ser en concordancia con tu manera de percibirla. Tú tienes tu sueño y yo el mío y no debemos condicionarnos por nuestra visión individual de la realidad.
Aprendo de cada experiencia: Déjame equivocarme y caer, puesto que es una elección mía el aprender de cada tropiezo y es un camino que debo recorrer sola, por mucho que tú veas que mi procedimiento no es el más adecuado según tu percepción.
Acepto y reconozco que nada es casual: He elegido encontrarme contigo en esta vida y tenemos un propósito en común. Me entrego plenamente a vivir esta experiencia que he elegido vivir contigo. Ambos debemos aprender del encuentro, florecer y apreciar sus frutos. Una vez el aprendizaje se haya consolidado probablemente nuestros caminos se separen. No sufras por ello. Es ley de vida; la ley de los ciclos de muerte y renacimiento y tal como es, debemos aceptarlo.
Todo está en movimiento: Aunque yo hoy sea A, mañana puedo ser B. Déjame ser y acepta que no soy lo que tú quieres que sea, desempeño el papel que me toca desempeñar y soy lo que debo ser.
Soy un ser único e irrepetible: Yo te quiero por tu singularidad y es lo que admiro en ti. Te aprecio por todo lo que eres y todo lo que aprendo de tu compañía.
Mis capacidades como ser son ilimitadas: Acepto que la abundancia de la creación se exprese a través de mí y no limito mis sensaciones, no sesgo mis ideas ni mis percepciones. No pongo barreras a las expresiones del Universo que fluyen en mí. No me limites ni trates de coagular mi movimiento individual.
Soy un reflejo del Universo y él se refleja en mí: Nacemos solos y solos morimos; nacemos del Todo y al Todo volvemos. Debemos aprender a estar con nosotros y permanecer en nosotros, puesto que nosotros somos uno con la creación y ese es el único lugar posible en el que se puede permanecer.
Me expreso desde mi yo interior: No supongas lo que pienso, siento, necesito o quiero. Siempre pregúntame y te responderé con sinceridad. No me fuerces a intuir tus sentimientos y tus necesidades afectivas. Expresa tus deseos y si está en mi mano el poder satisfacerlos, lo haré con gusto.
Mi energía esta equilibrada: Ámame por lo que soy y no por saciar tus necesidades sexuales o energéticas. Conozco los juegos de control y no soy partícipe de entrar en ellos.
Doy lo que se dar desde mi nivel de consciencia: No me pidas nada. Lo que pueda y quiera darte te lo daré con gusto y vendrá desde lo más profundo de mí ser; entonces y sólo entonces tendrá el valor que realmente merece.
Gozo de mi espacio personal e individual: Déjame alejarme cuando lo necesite. Yo te dejaré ir siempre que quieras. Cuanto más libre sea, más querré volver a tu lado si es lo que sinceramente deseo hacer.
Me siento agradecida y vivo en ese estado embriagador: Expresemos la joya de este encuentro con gratitud hacia la vida y honremos a la vida con cada acto de amor compartido desde lo más profundo.
Soy así, soy yo: Seré real contigo, seré yo, sin máscaras ni disfraces; por favor, no pongas muros entre lo que me muestras y lo que tú realmente eres. Te quiero por quien eres, no por lo que tú crees que debes ser para tenerme a tu lado.
Me acepto, me libero, me respeto, me perdono y me amo. Te acepto, te libero, te respeto, te perdono y te amo.
Yo soy tú, tú eres yo
Somos uno.
Escrito por: Lorena Garcia Bona
Editado por: Wilhelm Trujillo Probst
IMPRESSIONANT!!! M’ha arribat al fons del cor, de l’ànima i m’hi he sentit totalment en comunió.
GRÀCIES LORENA!!!! una inspiració per mi!!!
Una abraçada de tot cor
Soy un ser único e irrepetible: Yo ME QUIERO por MI singularidad y es lo que admiro en MI. ME aprecio por todo lo que SOY y todo lo que aprendo de MI.
Sí, ciertamente lo que aprendo a través de ti està en mi. Gracias! Mejoraré a través de ti! 😉