Nota previa: Este artículo es la continuación del artículo sobre el Inocente y el Huérfano que publiqué hace unos meses. Dos arquetipos que demos transformar para acceder el Buscador y/o Vagabundo, aquél que se busca a sí mismo para encontrarse, para reconocerse y para ser. Sin la vivencia vital de este arquetipo no podremos saber bien bien quiénes somos y qué hacemos aquí, y viviremos vidas marcadas por los deseos de otros y por las programaciones de papá y mamá.
Una transformación del mundo requiere que sus individuos asuman la responsabilidad de transitar sus travesías a través de la soledad, el aislamiento, el miedo y el dolor, para poder conectar con partes de si mismos mucho más profundas, vitales y esenciales. Es desde esta esencia que seremos capaces de vivir vidas más auténticas, más en consonancia con quienes somos y por tanto también, más ricas y útiles para el mundo. Querer cambiar el mundo sin haber transitado el Vagabundo es una bella idea con la que podemos fantasear, pero sin bases en la realidad interior, y por tanto, sin efectos en el mundo exterior.
Nota 2: Este documento es la síntesis después de casi un año y medio de los libros de Carol Pearson, el Héroe Interior y Despertando los Héroes Interiores.
Introducción:
Afirman que la vida es más que el sufrimiento que experimenta el huérfano, es una aventura, tanto interior como exterior. Para vivir tal aventura deben hacer un acto de fe y dejar atrás los roles y estructuras con los que se sentían seguros, para buscar su propia identidad, quiénes son y qué quieren. Esta aventura puede externalizarse y traducirse en un viaje.
Si la historia del Huérfano comienza en el Paraíso como Inocente, la del Vagabundo se inicia en el cautiverio con un villano o captor. Éste suele estar representado por el status quo, la visión conservadora, el conformismo y la falsa identidad que nos imponen los roles culturales dominantes. La presión hacia el conformismo para que cumplamos con nuestro deber, para que hagamos lo que los demás esperan de nosotros es muy fuerte para hombres y mujeres.
En el inicio de la travesía es posible que el Buscador o Vagabundo se sienta furioso, amenazado por lo desconocido. Puede experimentar la soledad durante un tiempo. A la vez que emprende la travesía, está el temor al castigo y al aislamiento perpetuo o, en un sentido más extremo, una muerte sin amigos y en la pobreza. Este temor al castigo (proviene del terror infantil de no cumplir con los dictados de la autoridad, padres, maestros, jefes, compañeros).
En contraposición al Vagabundo, los deseos de los huérfanos no son auténticos, sino formas de adicción que enmascaran un vacío primordial, un gran hambre de lo real. Al no tener un sentido claro, separado y autónomo del yo, sus deseos están marcados por la cultura y los demás, y no dedican el tiempo ni la inclinación para desarrollar su propio sentido del yo. Algo que se inicia con el Vagabundo.
Parte esencial del ser humano es ser creadores, poder traer a la vida cosas que no existían antes. Este es el significado de haber sido creados a imagen y semejanza de Dios. Al explorar nuestro potencial en situaciones en las que sólo dependemos de nosotros mismos, no sólo creamos cosas y experiencias fuera nuestro sino que descubrimos que podemos sentirnos orgullosos de nosotros. La travesía del Vagabundo por consiguiente está también asociada al hacer, la creatividad y la productividad. Cuando confirmamos que podemos mantenernos ya no necesitamos depender de otros. Las personas más seguras de sí mismas son las personas con más claro sentido de la identidad porque son las que mayores riesgos han tomado.
Palabras clave:
buscador de uno mismo, búsqueda y construcción de la identidad, inconformista, revolucionario, alternativo, excéntrico, diferente, exploración, dar un paso adelante, acto de fe, saltar al vacío, aventura, viaje, travesía, cautiverio, marginalidad, el Edén como jaula, soledad, castigo, apartarse de, separarse de lo conocido, captor, villano, abandonar, seguir el dictado del corazón, no complacer a los demás, salir de la caja, dejar al villano, la fuerza de la oposición, valor y coraje, la inevitable soledad, expresión de rabia e ira, enfado contra el captor y la experiencia de cautiverio.
Meta:
Encontrar su verdadero yo, su identidad; el desarrollo del ego, encontrar quién es y lo que quiere, su vocación. Comprometerse consigno mismo de forma total.
De nada sirve decirle a alguien que trascienda su propio ego si aún no ha desarrollado uno. No podemos trascender los deseos hasta que no nos hayamos dado permiso para conseguir lo que queremos.
Miedo:
el conformismo, quedar atrapado en el cautiverio
Respuesta al Dragón:
el dragón es la soledad producida por la separación. Hay dos respuestas, hacerle frente o ignorarlo. Hacerle frente es separarse e iniciar la travesía a pesar del miedo a no poder sobrevivir solos, a la soledad, al aislamiento.
Tarea:
ser uno mismo; la tensión entre la necesidad de crecer, adquirir maestría, extender los límites de nuestra capacidad versus a la tendencia a permanecer en cautiverio para satisfacer, ser aceptados y complacer los deseos de otros. Sacrificar o renunciar a partes esenciales nuestras para ser aceptados y dejar de explorar nuestras posibilidades y nuestra identidad. Gracias a esta tensión descubrimos lo importante que es emprender nuestros propios periplos. El emprender el viaje también nos puede hacer sentir culpables por estar contradiciendo lo esperable.
Como parte de la tarea en la travesía, es conseguir ser autónomo y tener intimidad. Por tanto, la tarea de llegar a saber quién es, de construir su identidad, pasa por integrar la necesidad de independencia y autonomía, así como de intimidad. Para ello es necesario pasar por la soledad.
Es esencial reconocer y darnos permiso para admitir que no sabemos quiénes somos y qué queremos, ya que de lo contrario nunca llegaremos a saberlo. Por este motivo, como parte de la travesía es necesario el vagabundear un tiempo para escuchar nuestros deseos y necesidades. Es un proceso que nos ayuda a construir nuestra propia identidad.
Aprendemos quiénes somos por lo que deseamos, lo que hacemos, lo que pensamos y sentimos. Las personas más felices son siempre los que arriesgan lo suficiente para ser ellas mismas. Son las que actúan lo menos posible los roles prescritos, pero tampoco tienen un interés especial en ser rebeldes. No sólo tienen un sentido más fuerte y desarrollado de quiénes son, sino que también reciben más amor que las demás personas porque confían que el amor que se dirige a ellas es real y no simplemente una respuesta al rol que están actuando.
La oposición tiene importancia fundamental en el desarrollo de la identidad. Es la presión de la cultura en general, de nuestras familias, de las escuelas, etc. para que nos adaptemos a una manera particular de hacer lo que nos fuerza a dar la cara sobre nuestras diferencias y de ese modo afilar nuestro sentido de la identidad. Cuando ya no podemos aguantar más, entramos en la crisis de tener que decidir si nos convertimos en camaleones o nos arriesgamos a separarnos de los demás.
Regalo o parte positiva:
El Vagabundo nos enseña a ser nosotros mismos, a ser fieles a nosotros mismos a cada momento. Esto demanda una enorme disciplina y exige que estemos todo el tiempo en contacto con nuestro cuerpo, corazón, mente y alma en cada interacción. El Vagabundo tiende al hacer, la creatividad y la productividad, la innovación.
Comportamiento:
Esta necesidad de búsqueda de la propia identidad suele volverlos inconformistas, en oposición directa a las normas establecidas. Generalmente desconfían de las soluciones ortodoxas y optan por ser revolucionarios o simplemente excéntricos. Cuando aprenden desconfían de las respuestas de la autoridad competente e investigan sus propias verdades. Suelen ser más solitarios y se mueven en los límites o márgenes de lo aceptado.
La Jaula es la Caja:
El Vagabundo sale del cautiverio, donde hay un villano o captor que le mantiene, a diferencia del Huérfano donde hay un rescatador. La Jaula puede estar construida por el conjunto de conductas y roles esperados socialmente para hombres y mujeres para ser aceptados. Para muchas personas, la alienación que experimentan en el cautiverio es la etapa inicial, la de la separación, seguida por la decisión de emprender la travesía. Si optamos por el alejamiento, el hacerlo nos empuja hacia una “senda de pruebas”, que es la iniciación al heroísmo y siempre se emprende a solas.
En si mismo aceptar que hay una jaula y un captor, es una jaula y es particularmente difícil por el temor que implica la travesía.
Travesía del Vagabundo:
Inicialmente estamos enojados por tener que tomar tales decisiones, actuamos como el Huérfano, montando escenas porque alguien tendría que ocuparse de nosotros. Nos quejemos de:
- que nadie nos ama por lo que somos en realidad,
- nos gustaría hacer esto o aquello y no hay trabajos en esa área
- nos quejamos de que la vida es dura y aceptamos ese empleo seguro pero que no es lo que verdaderamente deseamos hacer o permanecemos involucrados en relaciones que nos ofrecen seguridad, aún cuando no nos resulten muy satisfactorias
La travesía hacia el Buscador o Vagabundo puede iniciarse:
- Porque decidimos dejar atrás un modo de vida vacío y carente de sentido.
- Porque la muerte de alguien cercano, marido, mujer, hijo nos catapultan a buscar.
- Porque nos abandonan literalmente
- Porque nuestro sentido de la identidad cambia radicalmente cuando los que están a nuestro alrededor cambian lo que hacen. Ya que a veces nuestro sentido de la identidad dependen de nuestros roles en relación a los que tenemos a nuestro alrededor.
- Nos despiden del trabajo que llevábamos muchos años
- O puede que pospongan la toma de una decisión consciente hasta el punto que su subconsciente tome cartas en el asunto y los lleve a quebrar alguna regla que provoque su expulsión.
- Nos enfermamos como un mecanismo inconsciente para poner freno al ciclo en el que nos hallamos atrapados. A medida que adquirimos más práctica en la fidelidad a nosotros mismos, descubrimos que no es necesario que tengamos crisis de choque en las que debemos abandonar ciertas situaciones de modo dramático para salvarnos.
Tal como sucede con los Mártires y los Guerreros, las primeras elecciones de los Vagabundos son bastante torpes y burdas generalmente se han pasado demasiado tiempo siguiendo los dictados de alguna otra persona, ignorando sus propios deseos y en consecuencia, para cuando se deciden a actuar en defensa de sus propios intereses, están llenos de resentimiento. Como resultado suelen tomar partido por sí mismos en medio de una verdadera explosión de rabia.
La Soledad:
Un elemento del arquetipo del Vagabundo es la soledad. No hay modo de eludir la soledad en el viaje. Es necesario pasar por esta experiencia consciente para poder encontrar la independencia y la intimidad.
Generalmente, para postergar el viaje y enfrentarse a la soledad, las personas utilizan todo tipo de estrategias para encubrir su soledad. En algunos casos, a través de estas estrategias se están preparando para el viaje, como estar en un matrimonio durante muchos años, aún sintiéndose solo/a, pero gestando lo que nos permitirá dejar al marido/mujer y emprender nuestra travesía. Todos los intentos por escaparse de la experiencia de soledad impiden el tomar conciencia de quiénes son, ralentizan la lección de aprender quiénes son y por tanto postergan el sentimiento de soledad durante más tiempo. Todos necesitamos un período de soledad para descubrir quiénes somos. La mayoría de nosotros necesitamos un poco de soledad cada día para tener claridad.
Llega el día en que la soledad y esa sensación de vacío existencial son aceptadas como parte del estado natural de las cosas. Lo único que nos mantiene encerrados es la resistencia al crecimiento. Cuanto más auténticos somos, menos solitarios nos sentimos ya que nunca estamos verdaderamente solos cuando contamos con nosotros mismos.
La capacidad para amar
En la travesía de encontrar nuestra identidad llegaremos a amarnos a nosotros mismos. Sin un verdadero sentido del yo, no es posible realmente dar o recibir mucho amor. Su amor en definitiva puede llegar a ser dañino para los demás, porque probablemente se manifieste compulsivo, posesivo, controlador y dependiente. Los que actúan roles a veces necesitan que otros actúen de un cierto modo para lucir bien y quedar bien parados. Cuando las personas actúan un rol para obtener amor o respeto nunca llegan a sentirse amadas por sí mismas. Es el rol el que recibe amor, no ellas.
El Huérfano y el Mártir, en sus primeros niveles de comprensión, y a veces inclusive en el segundo, creen que para obtener amor deben renunciar en parte a lo que son. En un cierto nivel, creen que si llegaran a ser auténtica y completamente ellos mismos, terminarían solos, pobres y sin amigos.
Patrón cíclico:
Cuando alguien atraviesa el proceso del Vagabundo o Buscador adquiere cierto poder y sabiduría, es entonces cuando el entorno lo unge rey y hace todo lo que dice. Con el paso del tiempo, su verdad empieza a morir, a no renovarse y algo empieza a ir mal con el rey y el reino. Dado que el mundo cambia constantemente, el rey, héroe de antaño, no es alentado a continuar con su periplo de búsqueda, sino renunciar a él para poder gobernar el reino. Poco a poco va muriendo a medida que todos prefieren seguirlo antes que salir a buscar de nuevo su propia sabiduría y poder. Todos quedan entonces en cautiverio. Cuando un joven desafiante aparece, ve el problema y la enfermedad del reino, pero en lugar de interpretarlo como algo inherente al sistema, declara que el viejo rey es un villano.
La parte que todos tenemos de Vagabundo más tarde o más temprano tendrá la experiencia de que sus reyes o reinas, personas a las que servimos o creímos que nos salvarían ahora las percibidos como villanos o déspotas. Nuestra terea entonces será abandonarlos o distanciarnos lo suficiente como para tomar posesión de nosotros mismos. Lo esencial en ambos casos es dejar de posponer nuestro periplo por causa de ellos.
El Vagabundo desde los otros Arquetipos:
Para el Mártir, la necesidad de embarcarse en la travesía puede llegar a parecerle una empresa egoísta y por consiguiente, errada, porque implica dar la espalda a nuestros deberes y obligaciones para dedicarnos a la búsqueda de nuestra propia y privada realidad.
Para el Guerrero, le parecerá una actitud débil y escapista.
Para el Huérfano, la travesía le parecerá altamente peligrosa debido a que con frecuencia sentimos temor ante los grandes cambios en los demás, aparte de los propios, quizás tratemos de desalentar a los héroes potenciales que tratan de emprender sus búsquedas. El Huérfano querrá que siga como está, posiblemente tema perder a sus amantes, esposos, amigos, incluso padres si nos parece que están cambiando demasiado.
Mitos e Historias del Vagabundo o Buscador:
- El caballero andante, el cowboy o el explorador que parten solos a ver el mundo. En su viaje descubren un tesoro, su verdadero yo.
- Cuentos de hadas, el vagabundo atrapado en una torre, una caverna, prisionero de un ogro, una bruja, un dragón, etc.
- Si es una mujer, embrujada por un espejo, una preocupación por la apariencia y la necesidad de gustar más que un interés real por ella misma.
Ejemplos:
- Mujeres atrapadas en las obligaciones de atender y cuidar a los hombres. Permitir que el hombre la oprima.
- Hombres que quedan atrapados en su rol de protector y no se atreven a emprender sus travesías a causa de un sentido de responsabilidad no sólo hacia sus hijos sino también hacia sus esposas, que parecen ser frágiles e incapaces de cuidarse por sí solas. Si un hombre ama a su compañera, entonces debería reforzar esa parte de ella que puede ser independiente, competente y correr riesgos. Cada vez que pospone su propio viaje a causa de su aparente ineptitud y dependencia, está reforzando en ella esa actitud hacia sí misma y así contribuye a lisiarla. La parte de ella que es más fuerte y más sabia quiere crecer y también quiere que él crezca.
Cómo gestionar el arquetipo:
- La soledad y el miedo son temas centrales de este arquetipo.
- El espacio personal y la soledad son necesarios para el proceso del vagabundo, elementos que deben respetarse desde fuera.
- La comunicación e intimidad con un vagabundo puede ser más difícil o fracasar por su necesidad de aislamiento. Éste está constantemente levantando barreras contra la intimidad porque necesitan estar solos.
- Pocas personas son conscientes de este patrón como para reconocerlo.
- Es necesario dejar que el vagabundo viva este proceso para que no se distraiga de la tarea de reconocer su soledad.
Movimiento hacia otros arquetipos:
Las mujeres, si tienen excesivo miedo a la soledad, demorarán demasiado tiempo el viaje y quedarán en el Mártir. El miedo se intensifica por la creencia cultural de que ser mujer y estar sola es un fracaso. Desear estar sola es impensable o ignorar la necesidad de cuidar es antifemenino.
Los hombres, están tan enamorados de la independencia que se quedan empantanados allí, dado que masculinidad es casi sinónimo de independencia.
Como regla general, si alguien se vuelve súbitamente hostil hacia uno o si los comportamientos que solían agradar ya no lo hacen, puede ser útil reconocer que a menos que uno haya cambiado radicalmente, la otra persona probablemente necesite un poco de distancia. Si uno no permite esa separación, la otra persona encontrará motivos de desacuerdo y lo convertirá a uno en villano para reforzar su necesidad.
Sin embargo, si uno acepta la separación y decide dejar que la otra persona se aleje tanto como desee y necesite, lo más probable es que el premio sea una relación nueva, más profunda y honesta con esa persona. O en el peor de los casos, el consuelo que al desprendernos hicimos lo que correspondía para ambos. Si en tu caso estás aterrorizado de que te abandonen y deseas controlar a aquellos que te aman y en consecuencia haces lo posible por abortar sus travesías, es usted un verdadero dragón en su deseo de devorarlo para alimentar tus propios miedos e inseguridades.
El movimiento hacia el aislamiento y la soledad nos conducirá posteriormente de regreso a la comunidad. El Vagabundo se desplazará de la dependencia hacia la independencia y autonomía, y de ésta hacia la interdependencia en un contexto de autonomía. Ahora el vagabundo será capaz de experimentar intimidad en un nuevo nivel porque ha desarrollado un sentido de sí mismo lo bastante fuerte como para no temer ser absorbido por el otro. Éstos descubrirán que existen personas y comunidades que los amarán ni más ni menos por lo que son.
En cuanto solucionan el enfrentamiento entre amor y autonomía eligiéndose a sí mismos sin negar la necesidad de una conexión con los demás, el conflicto que era aparentemente indisoluble se resuelve. En esta nueva visión del mundo, el premio por ser completa y auténticamente uno mismo, es el amor, el respeto y la comunidad. Pero para la mayoría de nosotros, el llegar a disfrutar completamente de esta recompensa no es posible hasta que obtenemos la habilidad del Guerrero de hacer valorar sus propios deseos, la capacidad del Mártir para ceder y entregarse a los demás y el conocimiento del Mago de que no existe la escasez, de que podemos tener todo el amor que nos haga falta como un derecho de nacimiento. No tenemos que pagar por él renunciando a nuestras vidas.
Cuadro de virtudes y sombras:
Virtudes – Aspectos positivos | Sombra – Aspectos negativos |
La creatividad y la innovación por la búsqueda de alternativas y oportunidades.La investigación independiente y búsqueda de soluciones a problemas existentes.Aporta renovación y expansión de lo viejo.Romper con la rutina, buscar otras formas de hacer las cosas.El valor de ser uno mismo y mantenerse fiel en cada momento.Honestidad y claridad con los demás.Capacidad para asumir riesgos y desmarcarse. | Excesiva ambición.La sobreexigencia de la búsqueda, de nunca es suficiente, puede afectar a otros al pretender que hagan lo mismo.Puede manifestarse en perfeccionismo de querer siempre estar a la altura de una meta imposible o encontrar la solución correcta.No sentirse realmente listas para comprometerse en el logro de nada.Estar continuamente esperando.La soledad y el aislamiento, no trabajar en equipo. Necesidad obsesiva de ser independiente. |