Tengo 60 años. Nací y vivo en Barcelona. Soy subdirector general de Triodos Bank en España. Estoy casado. Tengo tres hijos, de 27 a 38 años, y una nieta de 4 años.¿Política? No me gusta este sistema. Busco la espiritualidad universal. La especulación es nuestro cáncer.
Al filo de la edad de jubilación, dejó su trabajo. Su conciencia no le dejó seguir ni un día más para cobrarla: se despidió del banco en que trabajaba y se fue a casa. Su esposa le respaldó, pese a la renuncia económica. Pero ganó paz interior. Decidió que sería banquero sin traicionar sus principios, y se implicó en la llamada banca ética: hoy es alto cargo de Triodos Bank (www.triodos.es), que sólo invierte en empresas que ayuden a mejorar la vida de las personas. Renuncia al beneficio rampante, evita los riesgos de la especulación y se va a la cama sabiendo que su dinero es útil a la sociedad. Lo explica en el libro Dinero y conciencia (Plataforma), subtitulado ¿A quién sirve mi dinero?
¿Qué hace mi banco con mi dinero?
Invierte en industria armamentística. Es una industria muy española, por otra parte.
Tenemos fábricas, ¿no?
De minas antipersona, luego de bombas de racimo… Pregunté a un banquero por qué invertíamos en armas, y me dijo: «Es que si no lo hacemos nosotros, lo harán otros». ¿Qué argumento es ese?
Califíquelo.
Supone anteponer la codicia a cualquier otro principio. Contraviene mi conciencia: por eso dimití del banco en el que trabajaba.
¿Qué banco era?
Da igual, he sido bancario durante 30 años, y todos hacen lo mismo: compiten por maximizar sus beneficios y hacen barbaridades.
¿Qué barbaridades?
Ingeniería financiera, especulación, economía de casino, fondos estructurados en los que ya no sabe en qué se invierte el dinero.
Todo legal, sin embargo.
Sí, y eres corresponsable si sólo buscas que tu banco te ofrezca unos euros más de rentabilidad… sin preguntarte cómo lo consigue.
Explíquemelo usted.
Acabas financiando explotación infantil, industrias contaminantes… Un amigo ecologista se manifestaba contra una industria contaminante. «¡Si estás financiándola con tu dinero, tu banco invierte ahí!», le dije.
¿Mi banco también?
Eso le dije a los del 15-M: «Cuando parecíamos prósperos, ¿dónde estabais? ¿Por qué no ocupabais las plazas por los pobres del mundo?». Nos quejamos sólo cuando nos toca a nosotros. ¡Lo primero es cambiar uno!
¿Algún otro ejemplo?
Si vas a una manifestación por la paz, ¿por qué dejas tu dinero en una caja o banco que acaba financiando armas o contaminación?
¿Me guardo el dinero en un calcetín?
No, porque el dinero es la sangre del organismo social: muévelo para que alimente proyectos útiles a la sociedad.
¿Usted lo hace?
Ahora trabajo en un banco que mete su dinero en escuelas e instituciones culturales, en empresas de energías renovables, en agricultura biodinámica, bioconstrucción, en proyectos de interés social. Ya no me traiciono.
¿Banca ética?
Banca con principios. Los directivos cobramos un sueldo y punto. Los beneficios son para invertirlos, no para repartírnoslos nosotros. Nada de incentivos por resultados.
Pero los incentivos estimulan, ¡no?
Acaban estimulando a esos directivos a inventarse trucos para conseguir beneficios a toda costa, ¡y de ahí las barbaridades!
Algunos banqueros han arruinado a sus bancos y se han retirado forrados.
Acabemos ya con esa impunidad y exijámosles responsabilidades.
¿Damos dinero público a los bancos?
Sólo si el Estado fiscaliza la gestión de ese dinero. O todo seguirá igual: ¡los bancos han seguido especulando con ese dinero de todos! Opino que dejar caer algún banco hubiese servido de escarmiento al resto.
¿Cuántos clientes tiene su banco?
Ahora unos 60.000: se han duplicado en un año y se duplicarán el año que viene.
¿Cómo sé que su banco no especula?
Cada céntimo se audita, cada inversión se pública en la web, nos obligamos a una transparencia radical. Analizamos al dedillo cada inversión, y las condicionamos.
¿A qué condiciones se refiere?
Prestamos dinero a unas escuelas, pero exigimos que los menús del comedor de los niños fueran de alimentos ecológicos.
Pero ustedes quieren ganar dinero.
Hemos rechazado depósitos importantes porque dudábamos de su procedencia. Queremos tener la conciencia tranquila, beneficiar a la sociedad, y no ganar por ganar.
¿Es su banco tan solvente como otro?
Nuestro «rating de solvencia» es de 14, superior al de los bancos grandes, que es de 8.
¿Y cómo lo consiguen?
Es que no apostamos, no jugamos a la ruleta rusa: sólo invertimos en economía real y nada en economía especulativa. Eso hace mucho más segura cada inversión, y además las seguimos muy de cerca. Por todo esto nuestro índice de morosidad es muy bajo.
¿Qué pasaría si su banco fuera grande?
Que nuestra sociedad cambiaría.
¿A partir de qué tamaño sucedería?
Con dos millones de impositores, la sociedad sería otra: las personas estarían por delante de los números. La especulación es el cáncer de nuestro tiempo.
¿Cómo extirparlo?
Crecer por crecer es destructivo. Es hora de cambiar la globalización de la economía por la globalización de la conciencia.
¿Y cómo se hace eso?
Enseña a tus hijos que no se trata de ganar dinero, sino de ganar la vida. Sustituyamos consumo material por consumo espiritual.
¿Espiritual?
Sí, llenemos la vida de amigos, conversaciones, libros… Prioricemos la cultura, el respeto al medio ambiente. ¡Demos sentido a todo lo que hagamos! Admiremos a los buenos por encima de los listos.
No es fácil.
Ya, pero que no nos pase que por pensar que podemos hacer poco, acabemos por no hacer nada.
¿Su prédica hará cambiar de prácticas a los demás bancos?
No lo creo: que hagan lo que quieran, ¡pero será sin mi dinero!
Fuente: La Vanguardia
Nota de PDI: Como bien dice Melé nuestro dinero es el resultado de nuestro esfuerzo, de nuestro trabajo. Una economía consciente es la que utiliza el dinero para el desarrollo y crecimiento de las personas en todas sus facetas, tanto física, como mental y emocional, social y no podemos olvidarlo, también la espiritual. ¿Cómo puede hacerlo? A través de proyectos educativos, de salud, de ingeniería, de energía, de alimentación, etc., todas las áreas del ser humano. En este momento de la civilización en la que vivimos el dinero debería ser un instrumento para el desarrollo integral del ser humano en todos los rincones del planeta, NO un instrumento para esclavizar a todos los seres humanos del planeta, menos a los que crean el dinero y especulan con él. Tampoco debería ser un fin en si mismo, como le ocurre a gran mayoría de las personas porque se ha asociado el tener con el ser, entonces para ser es necesario tener. Cuando es todo lo contrario. Cuando somos de verdad, entonces tenemos.
Es fundamental conocer cómo se crea, cómo funciona el sistema monetario para llegar a comprender cómo nos está esclavizando o cómo nos podría liberar. Hay ciertas cuestiones que es importante conocer como:
– ¿Qué es el dinero en si mismo?, ¿quién le da y le quita el valor?, ¿de quién es propiedad el dinero?, ¿quién crea el dinero, un organismo público o uno privado? (como ocurre con la FED).
– El sistema monetario funciona según el principio de «todo más un 5%», eso significa que los bancos siempre cobran un % (un interés) sobre el capital, dinero que no existe y ese 5% más (pongamos por caso), no existe en el mercado. Por lo tanto, los bancos están absorbiendo la riqueza de la economía porque nunca se podrá devolver el «todo más un 5%» simplemente porque no existe (esto es debido al dinero-deuda). De esta manera, cada vez más personas tendrán deudas que no podrán pagar, y los bancos terminarán quedándose con su riqueza física real y auténtica.
– El dinero como deuda, cuando se crea dinero, se está creando deuda sin respaldo económico real detrás, es simplemente un asiento contable en un sistema informático. De cada 1€ que ingresamos en el banco, éste puede dejar 9 € que no existen realmente. Por tanto, están creando un dinero y dando créditos de algo que no tiene valor real. Pero el que pide el crédito sí debe devolver el valor real, de lo contrario, el banco se quedará con sus propiedades con las que avala el dinero. ¿Qué avala el dinero prestado por un banco a nivel de economía real? ¿qué correspondencia existe entre el dinero que nos presta un banco y algo real, material, físico y auténtico, como el oro?
Esto son sólo algunas reflexiones llevadas a un punto extremo de simplificación, ya que el sistema económico es mucho más complejo, pero en esencia, se reduce a pocos conceptos que extrapolados masivamente, están esclavizando. ¿Por qué esclavizar? Porque vivimos para trabajar para poder pagar, ya no para vivir y evolucionar, sino para sobrevivir.
Un despertar integral sobre el dinero conlleva, saber qué representa o significa para nosotros el dinero (primer cuadrante), qué uso hacemos con él (segundo cuadrante), qué es y cómo funciona realmente (cuarto cuadrante).
Os dejo un par de vídeos muy pedagógicos sobre el dinero:
http://video.google.com/videoplay?docid=297944284192645565
en principio me es dificil entenderlo con claridad, pero lo veo excelente porque empiezo a enteder el juego del monopolio mundial.
AHORA ; como puedo yo participar y apoyar . este cambio de conciencia HAY FORMA DE INTEGRARME A ESTE PROYECTO….SALUDOS
ARNOLDO CARLOS GARCÍA GUERRERO