Tengo 58 años, nací en Barcelona y vivo en Caldes de Montbui. Soy profesor de Antropología Filosófica y Filosofía de la Cultura en la Universitat de Barcelona. Tengo una hija, Nina (26). Soy miembro fundacional de Die Grünen en Alemania y aquí de Los Verdes-Els Verds, junto a Petra Kelly. Mi espiritualidad tiende al panteísmo.
Charlamos a solas en su despacho de la facultad de Filosofía, desierta y fantasmagórica en una tarde de verano. Desde la pared me miran varios románticos alemanes, el panteón de Piulats, que hizo su tesis doctoral sobre filosofía del idealismo y romanticismo germano en la Universidad Goethe de Frankfurt. Esta mañana ha navegado, al día siguiente parte de excursión en grupo al Cap de Creus, y otro día a Montserrat, a Scala Dei. Piulats no es intelectual de letra muerta y vibra con el alma de la naturaleza: sabe que el conocimiento entra también por los poros de la emoción. Eso late en sus obras ´Goethe y Montserrat´ (Interiores) y ´Egiptosophia´ (Kairos), valiosa aportación al estudio de la historia de la filosofía.
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– ¿Qué es la egiptosophia?
– Así llamo a la sabiduría del antiguo Egipto, un saber (sophia) decantado por una tradición milenaria.
– De mi manual de filosofía de COU no recuerdo nada de esto…
– Ya. Todos nuestros manuales de historia de la filosofía empiezan con Tales de Mileto, con los filósofos presocráticos de la Grecia jónica. ¡Qué escamoteo!
– ¿Por qué?
– Porque si aceptamos que Grecia es la cuna de la filosofía y cultura occidentales, ¡en Egipto están sus desconocidos padres! La filosofía occidental se engendró en Egipto.
– ¿En qué fundamenta esta afirmación?
– Hay que subrayar que Tales de Mileto viajó a Egipto en el siglo VII a. C. Allí bebió de la escuela de Menfis, la que argüía que el agua era el origen de todas las cosas.
– ¡El arjé de Tales! Eso sí lo estudié.
– Y Tales no fue el único que viajó a Egipto. Muchos otros filósofos griegos se formaron en Heliópolis, Hermópolis, Menfis o Tebas, los cuatro centros teológicos egipcios.
– A ver, cíteme a algunos de esos filósofos.
– El contacto más profundo lo tuvo Pitágoras (VI a. C.), que se inició en los misterios de la religión egipcia. Él decía que en Egipto vivían los sophos (sabios) y que él era solamente un simple filósofo (amante del saber).
– Pitágoras ideó la tabla de multiplicar.
– Adoptó las matemáticas egipcias… y varias prácticas de sus sabios: no comer habas, no vestir lana, creer en la inmortalidad de la psique… Y Pitágoras sería quien aconsejase a Platón (IV a. C.) que estudiase en Egipto.
– ¿Siguió Platón su consejo?
– Sí: ¡pasó trece años en Egipto! En su diálogo del Timeo,un sabio egipcio le dirá al griego Solón: «Vosotros los griegos sois niños», para expresar la veteranía del saber egipcio.
– ¿En qué es egipcio el platonismo?
– En que existe una dimensión invisible que se manifiesta en la visible. Lo que sucederá es que la mayoría de los filósofos griegos tomarán sólo los aspectos exotéricos del saber egipcio y ocultarán los esotéricos.
– Explíqueme la diferencia entre ambos.
– Lo exotérico es empírico (matemáticas, hidráulica, geometría, física, astronomía…), y lo esotérico es metafísico, trata de la heka, de lo psicoenergético… Y este saber egipcio era el más hondo, era su piedra angular.
– ¿Podría hablarme de más discípulos griegos del viejo saber egipcio?
– El arquitecto Dédalo, el matemático Eudoxo, el físico Arquímedes, los químicos Empédocles y Demócrito (formularon la hipótesis del átomo), el médico Hipócrates (fundó la medicina occidental), el fabulista Esopo…
– Y ¿en qué consistía la sophia egipcia?
– Sostiene que hay un Alma del Mundo que late y se expresa en la multiplicidad de las cosas. Esta cosmovisión revela un pensamiento translógico, como yo lo llamo.
– ¿Translógico?
– Nuestro pensamiento – desde los presocráticos- es lógico: atiende sólo a la realidad visible, material, mensurable, concreta. Pero para el pensamiento translógico, en cambio, la realidad es ambivalente: a la vez visible/ invisible, material/ inmaterial, mensurable/ inconmensurable, concreta/ universal…
– ¿Grecia inauguró el pensamiento lógico?
– Sí, al dar Tales y los filósofos de la Grecia arcaica el salto del mito al logos: apartaron a los dioses como causa de las cosas… y eso lo hicieron – ¡paradoja!- basándose en el saber egipcio, que fundía naturaleza y divinidad. En suma: los griegos tomaron el saber egipcio…, pero no su pensamiento translógico.
– ¿Qué presencia diría que el saber egipcio mantiene hoy entre nosotros?
– Aunque desacreditamos el pensamiento translógico, ¡intermitentemente aflora!: en los alquimistas, en los cabalistas medievales catalanes, en Giordano Bruno y su panteísmo, en el romanticismo, en la homeopatía… Y, hoy, en la psicología de Jung, y en la hipótesis Gaia, y en los campos mórficos de Sheldrake, y en la medicina psicosomática…
– ¿Vuelve Egipto?
– ¡Siempre ha estado aquí, soterrado! Pero ahora rebrota. E incluso aflora en el mayor éxito editorial contemporáneo.
– ¿A qué se refiere?
– A Harry Potter: ¡reproduce el modelo de la novela egipcia! Vea las aventuras de Si-Osiris: eran una sucesión de duelos de heka…
– Ya antes citó esta palabra: ¿qué es heka?
– El dominio de la energía. Los sabios egipcios – a la vez médicos, sacerdotes y magos- manejaban la psicoenergética. Uno de ellos fue Moisés, un sacerdote de Amón: él retó a sus colegas. Y, con sus siete plagas, venció.
– ¿El saber egipcio salvó a Israel, pues?
– Esos magos eran capaces hasta de conectar emocionalmente con el agua ¡y llegar a moverla! Eso hizo Moisés en el mar Rojo…
– Y en el cristianismo, ¿hay algo de Egipto?
– El agua bendita, el hisopo, la mitra, besar los pies del niño (Horus), el niño en brazos de su madre (Isis), la Trinidad (Isis-Osiris-Horus), la resurreción… No acabaríamos…
– Cuénteme la historia de la tríada egipcia.
– El demonio mata a Osiris y lo desmembra. Pese a su estado inmaterial, Osiris logrará engendrar en el vientre de Isis al niño Horus, que crecerá y vencerá al mal. ¿Le suena?
– El término Egipto ¿significa algo?
– Es griego y significa buitre, por los buitres que vieron que volaban por allí. Pero los egipcios llamaban a su país de otro modo…
– ¿Cómo?
– Kemi. Y de ahí los árabes derivarán el término alquimia, que luego dará química.
– Tierra oscura: humus…El fértil humus que engendra vida. Y eso fue Egipto, sí.