Joseph Campbell (Nueva York, 26 de marzo de 1904 – Hawáii, 31 de octubre de 1987) fue un profesor estadounidense, orador,historiador de las religiones, filósofo, famoso por sus estudios en el campo de las religiones y de mitología comparada, que revelan un enfoque multidisciplinario y una extraordinaria erudición.
Campbell se dedicó desde muy joven a investigar la importancia de los mitos en el comportamiento individual y colectivo del hombre. Descubrió, haciendo un detallado estudio histórico de varias mitologías y religiones en el mundo, que existen temas comunes a todas ellas. Sus intuiciones fueron en gran parte inspiradas por el famoso psiquiatra C. G. Jung, quien creía que existen arquetipos en lo inconsciente colectivo. Los arquetipos constituyen una especie de memoria biológica común a todos los seres humanos. Los estudios de Campbell resaltaron la importancia de la figura del héroe en todas las culturas humanas de todos los tiempos.
También elaboró la hipótesis de que el héroe pasa a través de ciclos, lo que constituiría el camino del héroe, con un patrón cultural común: separación – retiro, iniciación – entendimiento, retorno – vuelta a la sociedad y transformación de ésta. Estos ciclos fueron asimismo asimilados a aquellos de los chamanes y de los esquizofrénicos.
Campbell, luego de haber abandonado su tesis doctoral, debido a estar en desacuerdo con la línea rígida del mundo académico, comenzó su carrera docente en 1934 en el Sarah Lawrence College, donde permaneció por treinta y ocho años. Fuente: Wikipedia
Fue con mi tesina de investigación sobre El Proceso de Despertar de Consciencia que descubrí a Joseph Campbell y su obra, en concreto el Mito del Viaje del Héroe. Durante gran parte del 2011 estuve leyendo parte de sus libros, bibliografía que podéis encontrar aquí. Tras leerlo durante unos meses, comprendí la importancia que tiene la mitología para nuestras vidas. Creo que su frase «el hombre necesita del mito para su plena integración en el cosmos» es una de las que más me ha llegado, ya que para poder reconectarnos con lo que somos y por ende con todo lo que nos rodea, necesitamos volver a conectarnos con mitos, estructuras, leyendas, ritos de paso, prácticas espirituales, etc. que reactiven todo lo que somos.
Esto que publico hoy es un conjunto de frases de Campbell que me hizo llegar una persona conocedora de su obra. Posiblemente no esté publicado en ningún otro lugar. Tal como me comentaba, es un copilado de frases que, al estar ordenadas de determinada manera, cobra una dimensión especial. Sin más preámbulo:
Lo que tienes que hacerhazlo con juego.
La vida carece de sentido. Tú pones el sentido.
El sentido de la vida es el que tú le das.
Estar vivo es el sentido.
La postura del guerrero es decir «sí» a la vida; «sí » a todo.
Participa con goce en las penas del mundo.
No podemos curar el mundo de penas pero podemos decidir vivir en alegría.
Cuando hablamos de arreglar los problemas del mundo estamos descortezando el árbol que no debemos.
El mundo es perfecto. Es un caos. Siempre ha sido un caos.
No lo cambiaremos.
Nuestro trabajo es enderezar nuestras propias vidas.
Debemos estar dispuestos a librarnos de la vida que planeamos, de modo de tener la vida que nos está esperando.
Hay que librarse de la vieja piel para que pueda salir la nueva.
Si nos fijamos en lo viejo, nos atascamos. Cuando nos aferramos a cualquier forma corremos peligro de putrefacción.
El infierno es la vida secándose. Al atesorador, al que en nosotros quiere quedarse, aferrarse, debemos matarlo.
Si nos estamos aferrando a la forma, ahora, no tendremos próxima forma.
No se puede hacer una tortilla sin romper huevos.
Destrucción antes de la creación.
Con la perfección nada puede hacerse.
Todo proceso implica romper algo.
La tierra debe romperse para producir vida.
Si la semilla no muere no hay planta.
El pan resulta de la muerte del trigo.
La vida vive de vidas.
Nuestra propia vida vive de los actos de otros.
Si vales la vida, puedes tomarla.
Si vivimos en realidad es por la experiencia de la vida, tanto el dolor como el placer.
El mundo es buen oponente para nosotros. Somos buenos oponentes para el mundo.
Las oportunidades de encontrar poderes más profundos dentro de nosotros aparecen cuando la vida parece más difícil.
Negarse al dolor y la ferocidad de la vida es negarse a la vida.
No estamos aquí en tanto no podamos decirle “sí” a todo.
Tomar la actitud “correcta” ante algo sería denigrarlo. Es el miedo lo que nos mueve hacia adelante.
Si avanzas por la vida siguiendo tu camino los pájaros te cagarán encima. No te molestes en limpiarte.
Una mirada humorística a tu situación te da distancia espiritual. El sentido del humor te salva.
La eternidad es una dimensión de aquí y ahora.
Lo divino vive en ti.
Vive desde tu centro.
Tu deber auténtico es irte de la comunidad para encontrar tu bienaventuranza.
La sociedad es el enemigo cuando impone sus estructuras sobre el individuo.
Sobre el dragón hay muchas escamas. Todas ellas dicen «Debes».
Mata al dragón «Debes».
Cuando uno ha matado a ese dragón uno se vuelve El Niño.
Rebelarse es seguir la huella de su bienaventuranza, abandonar la casa, empezar la jornada del héroe, seguir su bienaventuranza.
Te sacas de encima el ayer como la serpiente su piel.
Sigue tu bienaventuranza.
La vida heroica es vivir la aventura individual.
Nada es seguro si se obedece el llamado de la aventura.
Nada es excitante si sabes cuál será el resultado.
Desoír el llamado significa estancamiento.
Lo que no experimentes positivamente lo experimentarás negativamente.
Entras al bosque en el punto más oscuro, y no hay sendero.
Donde hay camino o sendero, es un sendero ajeno. No estás en tu propio sendero.
Si sigues el camino de otro no realizarás tu potencial.
La meta del viaje del héroe hasta el punto gema es encontrar esos niveles psíquicos que se abren, y se abren, y se abren… y la apertura última al misterio de tu Ser es la conciencia de Buda o del Cristo.
Ése es el viaje.
De lo que se trata es de encontrar ese punto quieto en tu mente donde todo compromiso se desvanece.
Bajando al abismo es como recuperamos los tesoros de la vida.
Cuando tropiezas, ahí está tu tesoro.
La cueva misma en la que temes entrar resulta ser la fuente de lo que estás buscando.
La cosa maldita en la cueva que tanto temías se ha vuelto el centro.
Encuentras la gema y ella te lleva.
Si amas lo espiritual no puedes despreciar lo terreno.
El propósito del viaje es la compasión.
Cuando has superado los pares de opuestos has llegado a la compasión.
El objetivo es devolver la gema al mundo, unir las dos cosas.
La separación visible en el mundo es secundaria.
Más allá del mundo de opuestos hay una invisible, pero experimentada, unidad e identidad en todos nosotros.
Hoy, el planeta es el único «grupo de pertenencia».
Debes volver con la bienaventuranza e integrarte.
El regreso es ver el brillo en todo.
Sri Ramakrishna dijo: «No busques la iluminación si no la buscas como un hombre cuyo cabello está en llamas busca agua».
Si lo quieres todo los dioses te lo darán. Pero debes estar preparado.
La meta es vivir con compostura divina en pleno gasto de energía, como Dionisos cabalgando el tigre, sin ser despedazado.
Un pequeño consejo que le daban a un indio americano cuando su iniciación:
«Cuando avances en la vida verás un gran abismo.
Salta.
No es tan ancho como crees.»
|